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miércoles, 5 de mayo de 2010

Encuentro Domingo

La Leyenda

La Primera noticia histórica es una referencia documental que asegura la existencia de un pequeño cenobio integrado por siete monjes que llevaban en él una vida eremítica hacia el año 866.

La leyenda habla de la construcción de una iglesia en el lugar en que los pastores veían siempre encendida una luz. Posiblemente era la iglesia prerrománica cuyos cimientos se ha encontrado adosados al margen de la roca.

Esta primitiva construcción, de origen visigótico, fue derribada en el siglo X a causa de las incursiones sarracenas de Almanzor.

En un documento notarial del siglo XI, se cita la existencia de una capilla a mitad de camino entre castro Granaria y castro Terciolo, los actuales castillos de Granera y Castellterçol, al mismo tiempo que se refiere al hecho de encontrarse en línea las capillas de Sant Llogari, ésta y la de Sant Julià d ´Uxiols.

En otro pergamino del archivo episcopal de Vic consta que un tal Guillem de Mediona, levita, dejó, en su testamento , a la iglesia canónica de Vic el castillo de Aguilar con sus alodios, y parroquias de Sant Andréu y Sant Fruitós y el castillo de Caldes de Montbui, para que su hijo fuese admitido como clérigo, y también dejo el alodio de Subiradells y el de “ Mananos “ y el castillo de Clariana con los alodios de Ia Serra y Vilanova.

Pero a principios del siglo XII la soberanía eclesiástica era disputada por la mitra de Vic y la abadía de L´estany, y seguramente aprovechando esta situación, el conde Ramón Berenguer III estableció allí una encomienda templaría, de las primeras que se establecieron en el país como parece confirmarlo el documento del Archivo de la Corona de Aragón, en el que su hijo Ramón Berenguer IV amplía las donaciones de su parte a los templarios; el documento, traducido del latín, dice así;

“Yo Ramón Berenguer, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, doy y cedo al maestre del Temple Poncio Hugo de Tenes y a si encomienda los lugares y masías de Salvatges, Coll d´Ases, Puigdomenech, el Agulló, la sierra de Sant Joan y la umbría de Vilanova, ampliando lo que mi querido padre dio por fundación, y comprometiéndose el Temple a establecer una atalaya en la parte alta del lugar llamado Roc Castellar y reedificar y fortificar el palacio que dio mi padre. Dado en Barcelona en los idus de marzo 1135, año del Señor “

Desde este documento deducimos la importancia estratégica de bailía templaría en la divisoria comarcal del Bages, el Valles y Osona, estableciendo un eje templario desde Puigreig, Palau d ´Aliga, Palau del Vallès y Barcelona. Posiblemente fue aquí donde profesó en la orden del templario Roger de Flor, quien después de defender Acre, fue capitoste de los almogávares de Oriente.

Hacia 1370, el rey Pedro III, llamado el Ceremonioso, dio y otorgo los privilegios de la cofradía de Ballesters Caçadors de la Ploma, que se estableció en el antiguo Casal templario. Durante el reinado de Juan I, el “amador de toda gentileza “llamado también el Cazador, se amplían la congregación y los bienes de la misma.

La misma orden llevó una vida lánguida en el palacio hasta las postrimerías del siglo XVIII, en el que se amplía el viejo palacio gótico por el lado de Levante.

En la guerra de la Independencia fue saqueado e incendiado por las tropas napoleónicas, convirtiéndose en una casa de payés, conocida ya a la razón por la Manyosa.

Durante el siglo pasado se producen nuevas modificaciones en la estructura de la casa, derruyendo el recinto amurallado, las almenas y matacanes y deteriorando las partes nobles del bello `palacio, en gran parte como consecuencia de haberse fortificado allí una banda carlista; la antigua capilla románica quedó totalmente destruida.

Después de cien años, en el 1980 , el propietario de la casa vinculado a la Manyosa desde hace generaciones, el señor Josep Mª Roger i Amat, ha emprendido la noble tarea de reconstruir totalmente el antiguo conjunto monumental y ha empezado por la capilla , que ha sido dirigida y decorada al fresco por el Artista Carles Arola, que ha plasmado en sus murales el pasado histórico y legendario de la comarca; bajo la mirada de Pantocrátor, de figura románica, se desarrolla un mundo medieval, de un lado , los templarios como orden histórica y legendariamente vinculada aquí, y, de otro , la tradición dice que aquí se escondió el Santo Grial durante unos años, hasta que fue trasladado a San Juan de la Peña, por lo cual vemos la figura de Percival acompañado de las leyendas de los Caballeros del Santo Grial.

A partir del mes de julio del año 2005 la masía denominada la Manyosa, cambia de propietarios, gestionada por la Asociación Cultural La Manyosa, esta a su vez sigue realizando obra de restauración y reparación en el interior y exterior de la casa, hasta el estado actual de la misma.